MORIR SIMBÓLICAMENTE PARA VOLVER A NACER

“La vida eterna está más allá de la carne, lejos del ego que nos atormenta porque este; siempre tiene miedo”

La línea entre la vida y la muerte es tan delgada que en ocasiones se entremezcla. Morimos y nacemos en cada instante de nuestra existencia.

Estamos constantemente tomando decisiones porque mantenerse en la zona de confort y no realizar ningún cambio es también decidir.

Morimos y nacemos simbólicamente a cada paso que damos, en cada toma de consciencia, en cada instante vital de nuestras vidas.

Fallecemos exhaustos ante acontecimientos para los que ya hemos cumplido nuestra misión y renacemos ante una nueva oportunidad de vivir desde la coherencia más absoluta. El universo nos está dando constantes oportunidades para que comencemos a saborear la vida desde la libertad de ser nosotros mismos.

Perecemos cuando vivimos en un sueño del que somos presos e inconscientes. No son más que un espejismo de nuestro propio despertar y hasta que no adivinamos entre líneas este absurdo letargo no podemos vivir desde nuestro propio proyecto sentido.

Morimos cuando decidimos desatar nuestro ego y vivir en una expectativa constante, sin dejarnos fluir en los acontecimientos que producen cualquier renacer.

Confiando en lo que el universo tiene para ti en cada instante te mantendrás en un nacimiento perpetuo, lleno de oportunidades, de felicidad y de abundancia porque la muerte real solo existe cuando nos convertimos en carne y la aceptamos como nuestra única verdad y comenzamos a creer en la enfermedad.

“La vida eterna está más allá de la carne, lejos del ego que nos atormenta porque este; siempre tiene miedo”

Comienza a escuchar los silencios porque en ellos se haya infinitud de respuestas, limpias y serenas; exclusivamente para ti. Fundiéndose en el amor verdadero, porque aquel que es puro se mantiene alejado de las proyecciones de nuestro ego que solo buscan culpables fuera de nosotros, impidiéndonos nuestro nacimiento simbólico.

Cuando sabes que la solución está en ti, le quitas todo el poder a este, que no existe más que en la perplejidad de tu carne y tu afán por estar pegado a la tierra. Cuando en la energía, en la información del universo se encuentra todo lo que necesitas, en cada instante y se te irá dando justo aquella que puedas gestionar en cada momento de tu existencia.

El verdadero amor comienza por ti, por aceptar de manera natural todo aquello que se da, porque todo ello viene para que crezcas y tomes consciencia de alguna situación concreta.

Recuerda que todo lo que te pasa en tu interior lo verás reflejado en el otro, como una oportunidad de cambiarlo. Cuando te amas, todo es perfecto, no hay nada que poner, nada que quitar; corre la justa brisa…

“Acepta este delgado hilo que existe entre la muerte y la vida, integra en ti desde el amor consciente. Porque a veces, nacer es morir porque a veces, morir es nacer”

Conecta con tu campo cuántico para que te de todas las respuestas que ya tu inconsciente conoce, utiliza para ello; el silencio, la meditación, la música, la visualización de acontecimientos en tu vida llenos de recursos innatos en ti, Tai Chi, la coherencia cardíaca, las afirmaciones positivas… hay infinitud de formas de establecer una conexión fuerte con él, escoge tu manera y hazla formar parte de tu vida, convirtiéndola en tu rutina y podrás recurrir a ella siempre que lo desees.

Ahora tienes tú, el control y cuando tu ego se sienta amenazado, le quitas todo el poder convirtiéndolo en cualquier objeto y lánzalo todo lo lejos que puedas, hasta que veas como se aleja en el universo.

Recuerda que entre las sombras se vislumbra la luz y en la luz hay inmensidad de sombras porque no existe la vida sin la muerte y la vida se mostraría decadente sin la posibilidad de morir.

Date permiso para morir simbólicamente, en una nueva oportunidad de vivir desde la plenitud.