¡Comer despiertos!
Alimentación conciente, viva, natural y sustentable; una forma de comenzar a cuidarnos es a través de una alimentación conciente; aprendiendo a elegir alimentos que nos den energía, claridad mental y bienestar emocional.
En la actualidad el paradigma de salud esta en transformación, retornando hacia la fuente de sabiduría natural, considerando al cuerpo físico como una unidad junto a los cuerpos sutiles mental-emocional y espiritual.
Ya no consideramos tener salud como la ausencia de enfermedades. Estar saludables es sentirnos en plenitud; en un estado psico-físico óptimo, con toda nuestra energía vital, y con un bienestar emocional que nos permita relacionarnos en armonía con nosotros mismos y con el entorno.
Todos somos capaces y podemos lograr esta plenitud, donde encontraremos salud, energía, armonía, bienestar y vitalidad.
Una alimentación conciente es uno de los pilares para una calidad de vida saludable.
Consejos para una Alimentación Saludable
Una sana y nutritiva alimentación requiere que sigamos los principios de las leyes de equilibrio de la naturaleza.
Estas se basan en que todo lo existente en el universo está regido por dos fuerzas o polaridades.
La energía de constricción, la energía masculina o Yang y la energía de expansión o femenina llamada Ying.
Nuestros cuerpos, al estar formados en un 70% de agua, o sea energía Ying, debemos nutrirlos con alimentos de tendencia Yang para mantener el equilibrio en la sangre, los pensamientos y las emociones.
Cuando estamos muy Ying, nuestra mente vuela fantásticamente, las emociones nos desbordan, nos cuesta focalizar y llevar a la acción con claridad nuestras intenciones.
Cuando la energía predominante es la Yang, somos conducidos por nuestra parte más animal y las facultades intelectuales se ven disminuidas. Por todo esto es importante equilibrar estas fuerzas para gozar de salud, vitalidad y conciencia, comiendo un plato equilibrado.
Todos los alimentos poseen polaridades Ying y Yang, pero una de ellas casi siempre predomina.
Los alimentos mas desequilibrantes son las harinas blancas, azúcar blanca, lácteos, carnes en exceso y productos industrializados.
Los alimentos más adecuados son los cereales integrales y cultivados de manera natural, las legumbres, las frutas y verduras de estación cultivados en su región.
De consumir sal, es preferible reemplazar la sal común por sal marina o del Himalaya y sustituir azúcar blanca por miel ó pequeñas porciones de azúcar mascabo cuando sea necesario.
Los cereal más completos y equilibrados son la avena, el trigo burgol y el arroz yamaní.
Las algas son un excelente complemento y benefactor del sistema digestivo.
Las semillas hace un aporte nutricional importante en vitaminas y minerales, fortaleciendo el sistema inmune.